ILUSIÓN
No podía ser de otro modo. ¡Lo había
soñado tantas veces! Cuando Rafael se
montó en aquél camión, un Scania nuevo
moderno a más no poder, no podía creerlo. ¡Qué lujazo, montarse y conducir esa
máquina! Había estado trabajando de
chófer desde que sacó el carné de conducir, pero siempre con camiones viejos. Se
lo había comprado en contra de la opinión de su mujer y de la de su padre. Se
decidió cuando estuvo hablando con una persona enteradísima que le convenció de
que era la oportunidad de su vida, porque iban a hacer una sociedad de
transportes y estaban buscando socios. Estaba ilusionado con la posibilidad de
tener camión propio y además ser propietario de una empresa
Es muy fácil, le había dicho esa
persona: te pones autónomo, compras un camión por lissing, a cinco o seis años,
y lo pagas como te da la gana, trabajando en la empresa, que te dará las
cargas. No vas a tener ninguna pega. Somos cinco socios, contigo seis. Tenemos
que hacer los papeles en el Notario y a funcionar. Habrá que poner cada socio
un dinero, eso está claro, como en toda sociedad, para poder empezar. Y en pocos años, a
prosperar. Y luego, si se puede, aumentaremos la flota, y vete tú a saber hasta
dónde podemos llegar.
Y Rafael se puso a trabajar con ahínco
e ilusión, no sin antes haber firmado deudas por mucho valor, depositando toda
su confianza y dejando el gobierno de la sociedad a quien le había convencido.
Y así fue cómo Rafael se buscó su ruina. Porque cuando se dio cuenta de que el
atraso de los pagos por parte de la oficina de su empresa era excesivo, ya no
había nada que hacer. Le quitaron el camión, le quitaron el piso que tenía hipotecado,
le quitaron el coche que no había terminado de pagar y le quedó una deuda
enorme de por vida. Su mujer se separó judicialmente de él y se llevó con ella
a su hijo. Nunca supo por qué había fracasado su empresa, ni qué había pasado
con el dinero.
Hoy en día Rafael sigue buscándose
la vida de chófer, pero del sueldo le retienen parte para pagar la deuda, debe
pagar la pensión de su hijo y no puede tener nada a su nombre.
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